19 octubre 2009

CARTA A LOS LAGARTOS SOBRE LOS SONIDOS DEL CAMPO

Como estáis amigos lagartos: Por el pueblo empieza el frío y ya no queda nadie. En tiempos anteriores, por el campo se oían con frecuencia los pasos de algún vecino que transitaba por los caminos y durante todo el día se sentía de cerca la presencia de algún pastor y el sonido envolvente que producía el cencerreo del ganado. En días de tranquilidad atmosférica de estos que obligan a decir “hoy hace un día espléndido” era un placer estar en campo abierto (La Rebollera, ó el Cimero, ó la Llaná de Prao Redondo, … etc. que, el sonido de los cascabeleos mezclados con el balido de los rebaños esparcidos por las tierras, y el cántico de algún pajarillo o sonido emitido por otro animal de monte, producían un ambiente estereofónico natural que no se imitará en las mejores salas de audición.
Hoy con los caminos rápidos que se acaban de construir, lo único que se oye de vez en cuando es el ruido de algún un motor y el paso de un vehículo a toda velocidad que deja detrás una estela de polvo como si hubiera pasado un tornado.
Siempre he sido muy nostálgico con la paz que se respira en el campo y, en esta época otoñal, después de las primeras lluvias, lo único que no ha cambiado es el olor que sale de la tierra recién arada. Olor a tierra de sementera. La diferencia es que esta labor la realiza un tractor y que el ruido que produce, rompe los sonidos naturales del campo.





Momento del agasajo mañanero




Nada tiene que ver lo anterior con esta foto que recoge un momento del bullicio que organizamos el pasado verano en el pueblo. Momento del agasajo que nos ofreció Manolo Nieto y su mujer Amparo durante uno de los pasacalles mañaneros. Pero queda insertada como un recuerdo más de los recuerdos que se recuerdan en este recordatorio.
Este que lo es,…
(Un Lagarto)

02 octubre 2009

¡Cómo pasa el tiempo!

¡QUE DEPRISA PASA EL TIEMPO! Hace apenas mes y medio, tuve mucho protagonismo en el pueblo. Fui el motivo de reunir a gente, grandes y pequeños, (alguno muy pequeñito), que procedían de todas las regiones con ganas de ver a los suyos, descansar, atender alguna ocupación abandonada y sobre todo de divertirme con todos ellos al mismo tiempo que dimos realce a la Fiesta de San Lorenzo. Pues la Peña que lleva mi nombre estuvo presente en todas las actividades que figuraban el programa de festejos.








Estábamos en plena actividad veraniega, tiempo en el que se liberan los proyectos planeados durante el invierno para disfrutarlos ahora.
No hubo un momento de desperdicio: Por la noche en la verbena. Por mañana pasacalles. ¡Vaya pasodobles que se bailaron al compás del tamboril. Durante el día reuniones desenfadadas en el local. ¡Que risas en las veladas nocturnas en el patio al son de los chistes!. ¿Te acuerdas Ignacio de ese que siempre terminaba con “chiss punnn”?.








Hoy ya de cara a mi periodo de aletargamiento, casi solo vivo de los recuerdos pero todos buenos y divertidos. Durante mi siesta invernal soñaré con las fotos que cada uno habéis hecho. Yo estoy tranquilo en mi hábitat y vosotros que ahora estáis dispersados por todas las regiones, espero que no me olvidéis, y que sigáis hablando de mi durante el tiempo que se aproxima.