26 junio 2011

OTRO ESPLENDIDO DIA DEL CORPUS

























































Como últimamente la Peña no produce noticias, permitid un breve comentario sobre la celebración del Día del Corpus en nuestro pueblo.
No era jueves, es domingo (acaba de ocurrir) pero brilla el sol como uno de los tres jueves mas brillantes del año. Además del esplendido día, hace un calor extremo.
Son las once de la mañana, tocan a misa y nos dirigimos a la iglesia. Por el camino encontramos instalado un altar frente al centro de salud. En esa fachada el calor es insoportable. Llegan otras personas y todos los criterios coinciden en que debería estar colocado al otro lado donde daba la sombra.
Sobre la marcha y sin tiempo material para otros acondicionamientos, la incasable Luisa (autora del acto), decide modificar su instalación y colaboramos en el traslado todos los allí presentes.
Se celebra una Solemne Misa. (solemne misa como le gustaba pronunciar con frecuencia al que -para bien o para mal- pero siempre inevitablemente recordado Don Leopoldo). Celebra la misa nuestro paisano César. Don César, que ahora hace poco más de un año
Celebró sus Bodas de Oro Sacerdotales, cuyo acontecimiento tuvimos la oportunidad y el honor de compartir. Día feliz para él que, en el corto espacio de tiempo transcurrido ha sufrido la pérdida de familiares. Desde esta Peña nuestro recuerdo para ellos, como también para el resto de fallecidos recientemente en el pueblo.
Salimos en procesión y, ésta se detiene en el primer altar ubicado en el Juego Pelota, junto al jardín de Aurelia. Se hacen los rezos de rigor con mucho silencio y devoción, que solo se vieron “alterados por la danza” de los fotógrafos que hicieron estas fotos, y que pudieron distraer la concentración de los asistentes.
Continuamos en procesión hasta el siguiente altar donde se repite el mismo ritual.
Algunos vecinos habían adornado la calle en las puertas de sus casas por donde pasaba la Custodia, con los tradicionales tomillos. (comenté con Fernando el de Adela, que éstos ya no podrían ser quemados la noche de San Juan)
Así mismo, los alrededores de sendos altares estaban cubiertos con rosas desmenuzadas, tomillos, hojas de hierbabuena y otras, que envolvían el ambiente con un agradable aroma, típico del Día del Corpus.
Nuestro pueblo sigue siendo tan grande como antes, pero cada vez hay menos gente. La parte positiva es que estas ceremonias tradicionales tienen mas “sabor” en la intimidad, que las que se celebran masificadamente.
Si como muestra vale un botón, se acompañan estas fotos que, se insertan desordenadamente, porque el sistema no permite otra cosa.



La anécdota, (si se me permite) la pusieron las seis portadoras del palio, bajo el cual iba la Custodia que, no coordinaban sus pasos. En su descargo hay que decir que no habían entrenado, pero pusieron mucho interés y entusiasmo.