29 agosto 2012

DEDICADO AL RETORNO

Claro: pues no había otro remedio, tenía que llegar.  Ya  casi todos  estamos incorporados a la actividad habitual que nos ocupará  durante el resto del año. Está claro que todo tiene un final. Pero es que, es imposible que algo termine si antes no hubo un principio.
Este inicio lo disfrutábamos  hace escasamente un mes, preparando y dando los últimos retoques a los proyectos festivos que han resultado extraordinarios en todas las actividades que hemos participado, contribuyendo así al éxito de las fiestas, pues están en boca  de gente de nuestro entorno  al mentar nuestro pueblo, la expresión mas corriente es “pues vaya fiestas que han hecho en ese pueblo”.
Para “consumo interno” recuerdo el buen rollo diariamente en la Peña y la gastronomía que va adquiriendo tradición, como es el pulpo, las migas, chocolate mañanero, jamón y pinchos variados apoyados con bebidas refrescantes, sin olvidad la barbacoa de Vallito Redondo.
Este año, además se ha producido el debut de los valencianos poniendo en la mesa una paella de “toma pan y moja” cuyos sufridos cocineros tuvieron que soportar el fuerte calor de ese día.
Con el alto nivel de cocina, superado cada año, habrá que establecer los correspondientes títulos chef  de cocina para premiarlos en la siguiente ocasión.
Y para “consumo exterior” nada nuevo que decir, visto el brillante desfile de carrozas, donde destacaban los toreros, banderilleros, sus coloridos trajes, las guapas que iban a los toros,  mas guapas que nunca, toda la cuadrilla, y los personajes imitadores que derrochaban más glamour  que los propios imitados, todo ello acompañado por la banda de música titular de la  Peña. (Para la que también habrá que crear un título y premiarla por sus incasables actuaciones durante esos días)
Quizá deberíamos quitar algún punto al presidente de la plaza que viajaba junto al icono de la Fiesta Nacional y, que con espeso mostacho mostró excesiva seriedad, (pues en ninguna foto se le ve una sonrisa) y además no concedió ninguna oreja.
Los pasacalles matutinos mas ruidosos que nunca porque se unió un nuevo instrumento. Además se puede decir que hemos hecho labor social, pues dedicamos in situ  una actuación (en nuestra ruidosa línea) a los visitantes que vinieron a nuestras fiestas y a los que celebraban onomástica  interpretando “el cumpleaños feliz”.  Y digo labor social, porque los homenajeados quedaron muy complacidos con nuestro concierto.
De todo lo vivido estos días queda constancia en la multitud de fotografías que circulan por ahí de cámara en cámara y tarjeta en tarjeta.
Todavía resuenan los ecos del pasado jolgorio pero ya se está pensando en el próximo. No obstante ya se ha planteado alguna propuesta sobre la que también algo se ha debatido. Lo nuestro no tiene principio ni fin. Es continuidad. Con esa intención podemos interpretar el título de este relato “dedicado al retorno”,  referido a organizarnos para las próximas fiestas. Así pues, que vuestro retorno venga acompañado de brillantes ideas.