17 julio 2014

VERANO 2014

Por aquí por el pueblo nos quejábamos porque no terminaba de llegar el calor del verano. Tampoco es que fuera necesario llevar abrigo, pero si que para estas fechas la temperatura era fresca.
Nuestras ansias de calor veraniego se han cumplido porque, como si se tratara de la maniobra de aterrizaje de un voluminoso y pesado avión en su uniforme y segura aproximación a tierra, que después de una larga carrera se detiene torpemente con su pesada carga sobre el suelo, así mismo ha aterrizado el verano entre nosotros con varias toneladas de calor sobre nuestros cuerpos que mal nos vemos para soportar.
Ni rastro queda de toda el agua caída durante el invierno. Confiemos que se suavice esta  situación  para poder dedicar un agradable recibimiento cuando comience la llegada de  los lagartos, y todos los veraneantes. Con calor menos extremo tendremos mejor estímulo para preparar las actividades.
Contra calor y bochorno, el ayuntamiento se ha molestado en instalar una pancarta a la entrada del pueblo, para daros  la bienvenida veraniega.
Ayer con agradable sorpresa por su puntualidad apareció un lagarto que, a su llegada al pueblo cumple una serie de prioridades en la que incluye una visita que me complace destacar. Esta visita su produjo a la hora de la cena que yo recibí con enorme satisfacción y nunca me supo tan rico un postre que no tomé en atención a mi visitante.