Después de la 2ª reunión que celebramos este año para seguir organizando las fiestas de San Lorenzo, se han celebrado otras muchas, de las que no se insertan fotos porque son muy parecidas, ya que se hacen en el mismo escenario. La única diferencia es que, los que aparecemos en ellas, cada vez somos mas viejos.
No pasa lo mismo con las que se hacen a la imagen de San Lorenzo que siempre está igual.
Después de lo difícil que es moderar una reunión donde todos hablamos al mismo tiempo, se han acordado y realizado con mucho éxito de las actividades superando las del pasado año.
Este era el deseo del Lagarto que vino a felicitarnos las pasadas Navidades y, en su dedicatoria decía: “Feliz Navidad a todos y que el próximo año tengáis salud para celebrar unas fiestas tan importantes como las pasadas” (o algo así) O sea que misión cumplida. Como muestra del salero derrochado por las calles entre grandes y pequeños, vale este botoncito.
El contenido que tratamos en las asambleas, siempre va encaminado a lo que queremos a hacer.
Otra cosa es el como: Aquí es donde se lía la madeja. Siempre se termina pisando la palabra al que habla; empiezan a formarse corrillos; uno pide la palabra; nadie le ha escuchado; Se hace sonar un silbato y se apagan todos los murmullos. ¡Silencio coño que así no se puede acordar nada!. El silencio durará unos segundos y vuelta a empezar para llegar mismo resultado.
Algunas veces y sin previa convocatoria, las reuniones se celebraban a dos bandas: Después de las meriendas-cenas, unos se acomodaban en el patio y otros en la entrada principal. Durante sendas tertulias surgía un tema que podía interesar a todos y empezaba la movida: Eh, los de allí, que vengáis aquí que vamos a tratarlo en asamblea.
De eso nada: de aquí no nos movemos. Venir aquí vosotros que hay más sitio y no molesta tanto el ruido. (que importaría el ruido si al final la asamblea se celebraba a multibandas o a multicorrillos).
Vale: La Peña ha funcionado como tal y lástima que algunos no hayan podido estar. Para vosotros los ausentes hacemos este pesado relato al que se enlaza una muestra de lo vivido estos días.
3 comentarios:
Ese botoncito funciona y es una maravilla. Unos segundos de video dicen mucho. Permiten ver a David, el más pequeño socio de la peña, dándole al tambor y como no tiene suficiente con el suyo le da al de su marchosa abuela, a quien aprovecho para felicitar por su buen papel de quesera. Fue fantástico.
Espero juntar trocitos de videos del desfile y ahí también hay escenas que quedarán bien.
Saludos a esta peña por lo mucho que aporta a las fiestas.
-Manolo-
Ya tenemos cantera: David y su tambor.
Esperemos que el próximo año no le asusten los petardos de los abuelos. ¡Ojo!, no quiero decir que los abuelos sean petardos, todo lo contario: una abuela muy guapa y un yayo muy comedido y cerebral.
Me refiero a esos "niños" grandes que buscan latas viejas en los huertos y les meten un petardo para que suba muy alto.
Como dijo alguien en esta página: siempre sale a flote el niño que llevamos dentro (o algo así). Salva.
Vine del pueblo el día dos y ese mismo día entré en el blog.Pasé un buen rato leyendo las anécdotas de este lagarto tan recurrente.
¡Que suerte tenemos los lagartos de tenerte de portavoz!.
¡Animo, te seguimos!
-Angela-
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