27 febrero 2013

TIEMPO PASADO


Bueno:  Pues andaba yo por aquí, como siempre recordando lo pasado y, resulta que hace “cuatro días”, el paisaje no tenía color, el campo estaba sediento, erosionado, polvoriento y las moscas del verano muy cargantes y molestas.
Las Navidades se han ido muy deprisa, el Jueves Merendero ignorado, y los Carnavales han pasado desapercibidos. (Pero en esta época no quiero ser nostálgico ni melancólico).

Durante este tiempo los seres vivos se han dormido pero estos días pre-primavera despiertan del letargo invernal y empiezo a sentirme acompañado por otras especies que ya he visto corretear por el monte entre las rendijas de paredes asolanadas. Una pareja de cigüeñas  han tomado posesión en la torre y las golondrinas estarán a punto de dejarse ver. El campo también empieza a cambiar de color y me agrada mucho escuchar el murmullo que produce el agua deslizándose por regatos y laderas. Hablar de esto es una oportunidad para quitar las telarañas al blog.
Esta transición  de una temporada a otra produce cambios en el estado de ánimo y algunas veces molestias. Las personas mayores acusan dolores “reumáticos”.
Me acuerdo escuchar a los hombres,  nuestros mayores  antepasados,  cuando decían que con estos cambios de tiempo andaban arriengados. Que les dolía la rienga:  “uyy rapaces, estoy molido de la rienga”.  Nosotros nos reíamos diciendo que, qué tendría que ver el cambio de tiempo con el dolor de espalda, y ellos   contestaban:  “ya vosllegará ya vosllegará también a vosotros”.  ¡¡Pues vaya si llega!!.  Las mujeres se quejaban mas de los cuadriles: “uyy, estoy rota por los cuadriles”.
Seguramente los cambios de tiempo influyen,  pero la verdadera causa era consecuencia de los forzados trabajos de unos y otros durante toda la vida.  Las mujeres iban y venían a las pozas con el balde de ropa apoyado en un costado,  la caldereta en la mano contraria y a veces con la cántara llena de agua a la cabeza.
¡Tiempos pasados!. Lo más inmediato ahora es la proximidad de los días de Semana Santa y la oportuna convocatoria que nos cita para el hornazo. Cada uno acudiremos con nuestras ilusiones.  Algunos además de ilusiones traerán el coche lleno de notas musicales para acoplar a los versos del Himno.

2 comentarios:

Manuel dijo...

Usted, Sr. D. Lagarto, sabe muy bien y conoce mejor que nadie la vida de nuestro pueblo, sus gentes y avatares. Conoce bien la tierra que pisa, como largarto que va a ras del suelo. Le han transmitido con mucho detalle sus lagartos padres la vida de nuestros antepasados, que así de dura era pues llegados a mediana edad estaban "toos eslomaos" o "arriengaos" como usted bien dice. ¿De dónde saca usted esas siluetas tan ilustrativas que muestran a la perfección un hombre y una mujer, zarceños ambos, de la época que describe?
Me gusta el optimismo con que irrumpe tras su tiempo de hibernación. Observo también que a ustedes los lagartos les pasan los años cada vez más rápidos.
Observo también que cita el HIMNO, que no sé muy bien de qué va, y nos lo tiene que explicar mejor y si hay sesión de presentación de ese himno, que se a puerta abierta, pa’ tos.
-Manolo-

Anónimo dijo...

Muy bien lagarto. Que bien describes el paso del tiempo. Se ve que ya empiezas a animarte. Me alegro. Falta muy poco para que tu campo se llene de colores, música, alegría y buenas viandas. Algo quedará disperso regatos y prados para que tengas alimento hasta el verano. Ánimo Lagarto. Continúa dejando esas palabras de tiempo pasado. Un abrazo. Salva.