20 abril 2017

ARCTIVIDAD RENOVADA EN LA PEÑA RESBALINA

Estos pasados días en la Peña Resbalina, se ha vivido una notable actividad que no se recordaba desde hace mucho tiempo y me congratulo de ello.
Chicos y grandes han disfrutado deslizándose  por el tobogán natural pulido en la roca a base de resbalones por nuestros antepasados y que, estos días ha recuperado el lustre.
Esta diversión no ha salido gratis: pues alguno ha regresado a casa con un roto en la trasera del pantalón porque claro, la roca es más dura que el tejido.
Los pequeños se lo han pasado en grande y los mayores también, (porque no decirlo) pues contagiados por la algarabía y risas en los “aterrizajes  desafortunados”, se contagiaban del jolgorio y animaban a los mas miedosos a resbalar de forma segura.
Las mujeres, un poco mas cobardicas, eran animadas pos sus Hijos: “venga mamá que no pasa nada” “venga que es muy divertido”.

Me satisface revivir experiencias de antaño y, siendo abuelo de sentirme tan niño como los pequeños que han disfrutado estos días lejos de la TV, dibujos animados, teléfonos móviles, tabletas,… y otros entretenimientos que no tienen en sus ciudades.





3 comentarios:

rosa dijo...

Mucha actividad ha tenido la Peña Resvalina estos dias tan buenos en los que apetece dar un paseo y en compañia disfrutar con los niños.

Manuel dijo...

Qué bonita la Peña Resbalina con tanta gente y tanto colorido.
En días de sol y buena temperatura con corto paseo a su lugar, la diversión está garantizada. Y mas si se lleva una buena merienda. Como dices es bueno distanciarse de Tv, noticiarios, móviles, PC, tablets, etc. Hay vida sin tanto artilugio.

-Manolo-

Anónimo dijo...


Contagia de nostalgia el relato expuesto por "El Señor Lagarto", relacionado con la Peña Resbalina, en la que de niños/as, henos vivido los aconteceres que le toca disfrutar a los pequeños; y, a los que como dice el relator, ahora ya somos abuelos, nos llena de alegría la algarabía que se genera con el tobogán que tantos pantalones ha roto a lo largo de su historia conocida en el pueblo.
Es una suerte para los nostálgicos de aquéllos tiempos, ver como los pequeños de ahora, también disfrutan de la Peña Resbalina como lo hacíamos nosotros, y se olvidan un poco de las tecnologías modernas que tanto tiempo les roban y tan absortos están en ellas, mientras se distancian de todo lo que les rodea.
Luis