Como estáis amigos lagartos: Por el pueblo empieza el frío y ya no queda nadie. En tiempos anteriores, por el campo se oían con frecuencia los pasos de algún vecino que transitaba por los caminos y durante todo el día se sentía de cerca la presencia de algún pastor y el sonido envolvente que producía el cencerreo del ganado. En días de tranquilidad atmosférica de estos que obligan a decir “hoy hace un día espléndido” era un placer estar en campo abierto (La Rebollera, ó el Cimero, ó la Llaná de Prao Redondo, … etc. que, el sonido de los cascabeleos mezclados con el balido de los rebaños esparcidos por las tierras, y el cántico de algún pajarillo o sonido emitido por otro animal de monte, producían un ambiente estereofónico natural que no se imitará en las mejores salas de audición.
Hoy con los caminos rápidos que se acaban de construir, lo único que se oye de vez en cuando es el ruido de algún un motor y el paso de un vehículo a toda velocidad que deja detrás una estela de polvo como si hubiera pasado un tornado.
Siempre he sido muy nostálgico con la paz que se respira en el campo y, en esta época otoñal, después de las primeras lluvias, lo único que no ha cambiado es el olor que sale de la tierra recién arada. Olor a tierra de sementera. La diferencia es que esta labor la realiza un tractor y que el ruido que produce, rompe los sonidos naturales del campo.
Hoy con los caminos rápidos que se acaban de construir, lo único que se oye de vez en cuando es el ruido de algún un motor y el paso de un vehículo a toda velocidad que deja detrás una estela de polvo como si hubiera pasado un tornado.
Siempre he sido muy nostálgico con la paz que se respira en el campo y, en esta época otoñal, después de las primeras lluvias, lo único que no ha cambiado es el olor que sale de la tierra recién arada. Olor a tierra de sementera. La diferencia es que esta labor la realiza un tractor y que el ruido que produce, rompe los sonidos naturales del campo.
Momento del agasajo mañanero
Nada tiene que ver lo anterior con esta foto que recoge un momento del bullicio que organizamos el pasado verano en el pueblo. Momento del agasajo que nos ofreció Manolo Nieto y su mujer Amparo durante uno de los pasacalles mañaneros. Pero queda insertada como un recuerdo más de los recuerdos que se recuerdan en este recordatorio.
Este que lo es,…
(Un Lagarto)