CENTENARIO AVIACIÓN ESPAÑOLA

Si: ya sabemos que no es una actividad propia de nuestra Peña (que más quisiéramos). Hasta el pueblo donde habitan los lagartos, y como estos animalitos tienen un olfato muy sensible, han detectado en sus fosas nasales un olor especial a queroseno quemado y es que, en la Base Aérea de Matacán, están calentando motores las aeronaves que van a participar en una exhibición el próximo domingo 25, con motivo, del centenario (1911 - 2011) de la Aviación Militar Española.
Con esta exhibición finalizan las actividades que se han celebrado en Salamanca, entre otras, una bonita exposición de maquetas representando la historia de la aviación donde se contemplaban preciosos modelos, desde los primeros monoplazas que sujetaban sus alas con cables y riostras, y sus controles de mandos eran mediante trasmisiones y poleas, pasando por los recientes modelos de fabricación española construidos por CASA, hasta los actuales cazas entre ellos el eurofigher de fabricación europea, el avión mas reciente que puede despegar en segundos y dobla 2,3 veces la velocidad del sonido.
Así es que los lagartos que estén en Salamanca, alrededores ó en el pueblo, no se pierdan esta exposición, que el que suscribe se dio la paliza en moto para verla, de lo cual no se arrepintió (sarna con gusto,… ).
Si no fuera porque cualquiera de estas maquetas son intocables, que bien quedaría una carroza con estos modelos para el desfile del próximo San Lorenzo

LA FREJONERA

No hay más remedio que reincidir para destacar los valores de nuestra Peña. La disposición para hacer un proyecto de fiestas, imaginación para realizarlo y tener el espíritu en vela con la ilusión puesta en el próximo año.
Se puede decir que sus socios son multifacéticos, pues lo mismo planchan un huevo que fríen una camisa.-chascarrillo popular que no es de mi invención- y(como ya no tenemos abuela, nos piropeamos nosotros solitos)
En este caso toca valorar la creación literaria de nuestra compañera Angelita que en las pasadas fiestas mostró la representación de cómo se cosechaban los frejones, ahora nos dedica la siguiente poesía relacionada con esta labor de recolección en nuestro campo, de la que es autora, que copio y pego a continuación:

La frejonera

Llegó tarde la frejonera
cansada de trajinar,
no sabia de que venia
si de fiesta o de recordar.

Su hija preguntó al momento,
¡madre! ¿no te dio vergüenza?,
-ninguna- contesto ella,
lo entenderás con el tiempo.

Por la calle de la iglesia
el sol la iluminó.
Allí si se dio cuenta
de que a su madre evocó.

Tiempos pasados fueron
para ella lo mejor,
es camino que marcaron
con respeto y mucho amor.

Fueron duros los trabajos,
infranqueable el tesón.
Siempre mirando al futuro
con firmeza e ilusión.

Ahora sigue el camino,
hay veces que no lo encuentra,
son mentiras, son engaños
que la embaucan y la enredan.

¿Y como señala el camino
a su hija la frejonera?.
Siempre es incierto el futuro,
el pasado su referencia.

El sonido de la machadera
cuantas veces la enternece,
si hay viento se espolvorea
y si no......mañana puede.

LAS MIGAS

Alguna vez hemos comparado las comidas que hacemos en nuestra Peña, con las comilonas que se organizan en las sociedades gastronómicas. Esto también va progresando porque cada año alguno de los nuestros nos sorprende con una exhibición de sus artes culinarios. Este año pudimos saborear las buenas migas que saben hacer Andrés y Carmina (las de comer). Las otras migas, las que hacen durante todos los días el año entre ellos también son buenas. Esto no vamos a dudarlo.
Partimos de que en la Peña hay una afición, un hobby, que es común a todos y es las ganas de divertirnos en sana armonía, sin excesos, sin alcohol, y con respeto.
En el local de la Peña siempre había disposición para iniciar un guateque: Si José Manuel golpeaba su bombo, rápidamente se extendía el contagio musical. Salva se sentaba frente a su batería, Andrés acomodaba su acordeón al tórax, Pili colgaba el redoblante de la cintura y de ese conjunto salía un paquito chocolatero, o un canta y no llores cielito lindo, que sin querer se le escapaban hacia el baile los pies a las majorettes que estaban preparando su vestuario para el minidesfile.
Como casi siempre las cosas se hacían esporádicamente sin previa preparación y era cuando mejor salían.

Era algún día antes de dichas migas sobre el mediodia y, en los alrededores del local de la peña veo a Carmina con una bolsa de mano y algún utensilio de cocina, (una sartén, una tapadera, un perol) -o algo así-, y se dirige a mí con cara de pocos amigos:
- No hay nadie en la peña. Está cerrada.
- Si. Acaban de salir todos.
Yo creí que estaría molesta porque no le habían esperado. Si al principio tenía cara de pocos amigos, ahora estaba enfadada y me pregunta:
- Y Andrés ¿Dónde está?
Al ver la cara de enfado hubiera preferido no tener ese encuentro y de haber sido posible me hubiera escondido bajo el escote de mi camiseta. A punto estuve de decirle que yo no conocía a nadie con ese nombre en la peña. Por otro lado pensé que yo no había hecho nada.
- Andrés ha salido con el resto del grupo al minipasacalles
- Si pues a ver que hago yo ahora con todo esto.
Enseguida empezaron a oírse según se aproximaban, cada vez mas cerca, las notas del acordeón de Andrés envueltas por la percusión que marcaba el ritmo de los/as que iban desfilando y Carmina comenzó a tranquilizarse.
Esta historieta que esta exagerada, sirvió de motivo para bromear amigablemente con Andrés en días sucesivos sobre su mujer que por supuesto tiene un carácter mucho más amable, respetuoso y acogedor, que el descrito anteriormente.

15 de agosto, yo llegaba de la Peña de Francia donde había hecho un viaje precipitado sin tiempo de tomar un tentempié para llegar a la hora de la comida
Si bien es un plato que yo no elegiría a la carta, éste tuvo sabor especial, por el entorno en que lo degustamos y por la avanzada hora, que casi se junta con la hora de la merienda. Andrés y Carmina informaban de los secretos de su preparación. Habían cortado en trocitos un melón fresquito que ayudaba a empujar y digerir las migas, que por si solas resultaban algo secas.

Ah claro: también tuvimos la oportunidad de degustar productos de cosecha propia. Así de adornaditas se presentaron las raciones de queso recién hecho los días anteriores durante el desfile de carrozas.
Ya tengo curiosidad por saber que sorpresas nos esperan el próximo año