02 noviembre 2011

SOBRE EL QUESO FRESCO

Otra vez Angelita vuelve a espabilar el aletargamiento de el Lagarto, antes de que se refugie en las peñas del Cimero y la Rebollera, que se prolonga por los calurosos días del otoño, pues esto más parece la prolongación del reciente verano.
Inspirada en el pasado desfile que aún resuena, ha escrito la siguiente poesía que vais a leer a continuación que, si bien en este caso está dedicada a la “quesera” es un homenaje a todos los participantes porque todos, todos estuvieron al máximo:



LA QUESERA

Por la Zarza de Pumareda
sobre la tarima va Pilar
preocupada por la leche
que no hay forma de cuajar.

La acompañan sus abuelos,
el marido siempre alerta.
Por delante va la peña
vigilando la carreta.

Que misión tan difícil
pensó para sí la quesera,
¡tendré que seguir adelante
y aplicarme en la tarea!

La abuela hilando en la rueca
el abuelo a las dos observa
penando por sus intentos
los dos le indican paciencia.

Trabajando sobre ruedas
la leche se fue cuajando,
tanto empeño ella le puso
que el queso ya iba trabando.

La ilusión fue el aliciente
y la leche que era buena.
Consiguió su cometido
¡Oh!, que hábil, la quesera.

Eran mujeres del pueblo
artesanas sin saberlo,
conseguían hacer buen queso
con leche y cuajo de huerto.

Invirtieron los peñistas
todos ellos la ilusión,
si ésta nunca la perdieran
saldrá queso, no requesón.

Ángela, octubre, 2011