03 enero 2017

LOS REYES MAGOS

Debo disculparme ante alguno de mis seguidores que se ha quejado cariñosamente por la extensión del relato anterior. La justificación por si vale de algo, es que había que sacudir las telarañas que estaba criando este apartado y, ante la ausencia de temas más ocurrentes, pues había que fabular sobre algo.

Vale: pues este año las navidades se nos han venido encima rápidamente. Casi de manera inesperada, al menos para el que suscribe, y  ya están casi vencidas. Si bien acaba de empezar el invierno, a este paso tenemos a la vista el verano.
Me han llegado noticias de que el pueblo ha vivido estos pasados días de manera extraordinaria, porque alguien se ha encargado de estimular los atardeceres cantando villancicos calle arriba y calle abajo.
Que cuenten con mi más sonoro aplauso los que han protagonizado tan espontanea actuación, de la misma manera envio un fuerte abrazo a la persona que tomó la iniciativa que, ¡como nó!, tenía que ser un lagarto.

Este pueblo merece una mención especial en la zona, pues a pesar de que la población va disminuyendo,  los regidores se comprometen con actividades nuevas y el resto de habitantes cuando menos en recuperar tradiciones.


También tengo entendido que debido al éxito que obtuvo la cabalgata de reyes del año pasado, y dada su trascendencia, los Reyes Magos han emprendido viaje hacia el pueblo. Al ser una zona tan alejada han tenido que alquilar vehículos a motor y como no están adaptados a esta forma de viaje se han desorientado y tratan de reubicarse preguntando por las rotondas según he podido comprobar. Claro, por el día no ven la estrella.