Como sabéis, en el local sede de nuestra Peña se van almacenando cada año artilujios alchiperres y arrumacos, (palabras que aprendí de mi abuelo el tío José de la tía María, lenguaje habitual de esa generación y posteriores -y que de vez en cuando me agrada usar y pronunciar-) utilizados en los desfiles de cada verano y cada vez que uno da una vuelta por allí examina, contempla y recuerda con agrado. Allí se van acumulado colecciones de fotos, carteles anunciadores con dedicatorias material utilizado, etc. El local es grande y espacioso, a este ritmo pronto se convertirá en museo.
Esta facilidad no está al alcance de todos, pues solo los que andamos por aquí tenemos la oportunidad visitarla de vez en cuando, mientras que los que estáis lejos lo haréis una vez al año. Bueno: esto también tiene el encanto de que, para disfrutar de algo que gusta, en espaciosas frecuencias sabe mas bueno. O algo así. (hay un dicho por ahí que viene a significar esto ó algo parecido).
Como las cosas buenas y bien hechas no merecen permanecer ocultas, vale la pena hacer público el escrito fotografiado que cuelga en una columna debidamente enmarcado presidiendo el local, cuya composición describe el espíritu de la Peña y que podemos considerar como Nuestro Himno.
Como no está firmado se desconoce al verdadero autor, ya lo identificaremos, y vamos a ver si entre éste y los estupendos músicos que hay en la Peña se atreven a adaptarle música a estos versos y el próximo verano hacemos la presentación cantando el himno, aunque solo sea para consumo interno.
Cambiando radicalmente de tema, comunicaros que a partir del próximo año, el que suscribe se tomará un periodo de descanso durante una temporada y por tanto cesará la actividad en este blog, salvo que algún coleguilla desee tomar el relevo.
No obstante antes de las próximas navidades aparecerá alguna otra entrada pero ya como cierre de despedida.