01 marzo 2011

PROXIMO JUEVES


Hace unos días de nada, estábamos “depres” por el periodo de tiempo que se nos venía encima. El invierno: días de nieblas, cortos, fríos extremos, nublados. Algunos días parecía que estaba oscureciendo desde el amanecer. Si se dejaba ver el sol, lo hacía tímidamente desplazándose paralelo al horizonte, como si tuviera vértigo de la altura que alcanza el resto del año.
Todo se cumple con demasiada rapidez. Ya quedó atrás ese tiempo y también ha pasado el mes en el que “busca la sombra el perro”.

La palidez de los colores de la foto reflejan las secuelas que ha dejado el invierno. Los árboles todavía desnudos, algunos ni siquiera han terminado de soltar las hojas, ya secas de la pasada temporada. Pero estos no han sufrido ningún daño porque son recios como el terreno y el clima donde se desarrollan. Lo único que verdeguea es el musgo de las peñas.
El imponente caudal de agua que baja por el río, también es un buen indicador de lo lluvioso que está siendo este invierno.

El paisaje que presenta este escenario, es el que espera a los valientes que salgan al campo el próximo jueves, día de JUEVES MERENDERO

Jueves Merendero (el jueves anterior a carnavales) fiestas que, en opinión del que cuenta estas cosas tiene su origen fundado en la idea de que, como entramos en vísperas de cuaresma, tiempo de abstinencias, recogimiento y, a modo de despedida, había que acumular reservas energéticas alimentándose con abundantes viandas. Seguramente de ahí vendrá también la costumbre de hacer las comilonas y otros excesos que celebrábamos los días de Carnaval.
Luego había que privarse de algunos alimentos hasta el Domingo de Pascua, Día del Hornazo, en que volvíamos a abusar de nuestros estómagos.
Parece que estas costumbres no coinciden con las mismas fechas en todos los sitios. En algunos pueblos de al lado se come el hornazo el Sábado de Gloria. En salamanca no se conoce el Jueves Merendero y, el día del hornazo se celebra el lunes siguiente al Lunes de Pascua, llamándose “Lunes de Aguas”, porque el cura que custodiaba a las prostitutas decidió prolongar su abstinencia una semana más. Pero eso es otra historia.

Sería interesante que alguien de los que andamos por aquí, que le guste la investigación y la escritura (Paquita,.. Isa, ó… Cesar Norato, nos contaran algo fundado sobre el nacimiento de las costumbres comentadas, antes que terminen desapareciendo del todo. (Por cierto: ¿alguien puede indicar un sitio de internet donde se puedan seguir los relatos que publica César N.? –si es que sigue escribiendo-).

Volviendo al principio, el color que presenta el paisaje, va a cambiar de manera casi repentina. Este espléndido día ya se dejaban ver correteando las lagartijas entre las ranuras de las piedras y las hormigas transitar si dirección fija y de una de manera desordenada por las peñas donde daba el sol.



¡Feliz día de Jueves Merendero!

1 comentario:

Manuel dijo...

Sr. Don Lagarto está usted en todo. Gracias a su recordatorio podremos disfrutar más de uno el Jueves Merendero. Estaría bien recuperar esta vieja costumbre que disfrutamos y vivimos cuando éramos niños en esa tarde, sin escuela, y todos o la mayoría, cada cual con su fardel y sus viandas y… ¡hala!, a la peña resbalina.
En el apartado “tradiciones” están casi todas las nuestras y otras costumbres, desde el comienzo de la página; pero en muchas no hay ninguna explicación, en espera que alguien se animara y nos comentara cómo es o era tal o cual costumbre y cómo las vivía; pero en pocos casos ha llegado algo. A ver si a partir de ahora os animáis y me envías vuestra descripción y recuerdos para colocarlos ahí.
Mientras, ya dejo un enlace desde allí a esta entrada.
Gracias, Sr.D. Lagarto.
-Manolo-