No se
como podría describirse con fidelidad la transformación de un día normal y
rutinario en especial, de los que su recuerdo perdura en el tiempo y en el
mejor de los casos no se olvida nunca.
Como es
normal los lagartos disfrutan a diario de los beneficios climatológicos que
estos días primaverales ofrece el campo, y así ocurría el día de hoy cuando
éste, durante su paseo matinal, tuvo un
encuentro y conversación divagante sobre las bondades, colores, olores y
sonidos del campo.
Al
tiempo de la despedida me transmite que hoy 14 de mayo es el día de la “Santa
de Pereña” (con esta denominación conocemos en el pueblo tal aniversario), y
que piensa asistir con su familia a la romería, incluida promesa de cubrir a
pie los 5 kilómetros que separan la ermita del pueblo de Pereña.
Ni el
pensamiento mas remoto me hubiera llevado a primera hora del día plantear tal
excursión, pero influido por los ánimos de mi compañera de paseo en la
despedida, y valorando lo largos que son los días en esta temporada, me animó a
preparar el viaje con la esperanza de alcanzar y coincidir con el grupo de
andarines que iban a ofrecer su esfuerzo a la Virgen en cumplimiento de su
promesa.
La
tardanza en tomar decisión retrasó mi llegada y coincidimos ya en el centro
religioso donde había que situarse con antelación dada la afluencia de asistentes
que resultaba imposible para acoger la masa de peregrinos.
Aún
faltaba para comienzo y no parecía la espera de una ceremonia religiosa, pues
saludos de peregrinos que coincidían, felicitaciones, conversaciones entre
grupos formaban murmullo festivo.
En esta
espera, mi amiga me comunica que al finalizar la misa comeremos todos juntos y
que no puedo excusarme porque ya ha previsto silla, plato y vaso para mi.
Con la
ermita rebosando de asistentes por los
alrededores, comienza el acto religioso y los celebrantes agradecen la
asistencia y dan la bienvenida a los peregrinos que según parece asisten
también desde Portugal. Pues uno de los sacerdotes era portugués y en este
idioma oficia. El silencio y la devoción habían envuelto el interior y a pesar
de la masificación la ceremonia resulta íntima y acogedora.
Al
finalizar se destina el tiempo a saludar y conversar con otros vecinos que
también han acudido, a visitar los puestos de venta y participar de las
actuaciones musicales. También a admirar el impresionante paisaje que rodea
este lugar, que a uno le recuerda la impresión causada en primeras visitas de
su niñez cuando por primera vez nos llevaron nuestros padres a este lugar.
Desde
allí se divisa el paso del rio Duero que transcurre al fondo del cañón y uno de
los chiquillos de aquellos tiempos infantiles presumía de haber bajado hasta la
orilla del rio.
Preguntado
yo a mi padre si eso era posible me respondió: “eso es mentira. No habría
regresado ni al toque de la oración” (el toque de oración se daba en el pueblo
todos los días a la hora del oscurecer)
Desde
el final del paseo matinal, el día tenía
un cambio de destino mucho más feliz que cualquier día normal.
Como no
se me ocurre otra cosa, utilizo esta entrada como agradecimiento a Rosa, que
desborda generosidad y gracias a ella he podido compartir también con su
familia no solo la mesa, sino también el convite de los mayordomos, las actuaciones,
y la sobremesa que ha sido de los más inolvidable en compañía de Nicolas (el de
Masueco) que durante largo rato nos hecho llorar de risa con un caudal
interminable de recitales, canciones y chascarrillos con su genuino carácter y
risa continua.
2 comentarios:
En esta ocasión El Lagarto de la peña, se ha ido de excursión al pueblo cercano de Pereña; más concretamente a la ermita de la Virgen del Castillo. Ahí tiene en sus alrededores un buen hábitat de peñas donde tomar el sol y disfrutar de buenas vistas.
Se ven gentes conocidas, aunque no Lagartos y buen ambiente, como tiene que ser.
Aprovecho para saludar a toda la Peña El Lagarto, y recordarle, por si no se han enterado que faltan muy pocos días para San Lorenzo.
-Manolo-
Describes muy bien don Lagarto como pasó el día, gracias por aceptar la invitación, me alegra que cambiara tú día para mejor ya que me costó convencerte para que te quedaras, te marchabas sigiloso y tuve que seguirte insistiendo, fue para todos muy agradable estar juntos, ya sabes que soy simpatizante de tu peña. Gracias. Tu si que eres generoso.
Saludos para todos los Lagartos que seguro ya están preparando para sorprendernos como siempre en su desfile, como bien dice Manolo ya no queda nada para S. Lorenzo.
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