Estos pasados
días en la Peña Resbalina, se ha vivido una notable actividad que no se
recordaba desde hace mucho tiempo y me congratulo de ello.
Chicos y grandes
han disfrutado deslizándose por el
tobogán natural pulido en la roca a base de resbalones por nuestros antepasados
y que, estos días ha recuperado el lustre.
Esta diversión no
ha salido gratis: pues alguno ha regresado a casa con un roto en la trasera del
pantalón porque claro, la roca es más dura que el tejido.
Los pequeños se
lo han pasado en grande y los mayores también, (porque no decirlo) pues
contagiados por la algarabía y risas en los “aterrizajes desafortunados”, se contagiaban del jolgorio
y animaban a los mas miedosos a resbalar de forma segura.
Las mujeres, un
poco mas cobardicas, eran animadas
pos sus Hijos: “venga mamá que no pasa nada” “venga que es muy divertido”.
Me satisface
revivir experiencias de antaño y, siendo abuelo de sentirme tan niño como los
pequeños que han disfrutado estos días lejos de la TV, dibujos animados,
teléfonos móviles, tabletas,… y otros entretenimientos que no tienen en sus
ciudades.
3 comentarios:
Mucha actividad ha tenido la Peña Resvalina estos dias tan buenos en los que apetece dar un paseo y en compañia disfrutar con los niños.
Qué bonita la Peña Resbalina con tanta gente y tanto colorido.
En días de sol y buena temperatura con corto paseo a su lugar, la diversión está garantizada. Y mas si se lleva una buena merienda. Como dices es bueno distanciarse de Tv, noticiarios, móviles, PC, tablets, etc. Hay vida sin tanto artilugio.
-Manolo-
Contagia de nostalgia el relato expuesto por "El Señor Lagarto", relacionado con la Peña Resbalina, en la que de niños/as, henos vivido los aconteceres que le toca disfrutar a los pequeños; y, a los que como dice el relator, ahora ya somos abuelos, nos llena de alegría la algarabía que se genera con el tobogán que tantos pantalones ha roto a lo largo de su historia conocida en el pueblo.
Es una suerte para los nostálgicos de aquéllos tiempos, ver como los pequeños de ahora, también disfrutan de la Peña Resbalina como lo hacíamos nosotros, y se olvidan un poco de las tecnologías modernas que tanto tiempo les roban y tan absortos están en ellas, mientras se distancian de todo lo que les rodea.
Luis
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