Si el pasado año por estas
fechas nos agobiaban las predicciones del tiempo por bolsas de aire frio, este
año es lo contrario. Parece ha venido el verano adelantado. Cuantos días en el
mes agosto serán más frescos que los vividos esta semana en el pueblo.
Pues aunque todavía no es
tiempo de siega, (si bien la cebada ya se segaba a finales de mayo) la hierba
que se cría en las zonas bajas junto a los sembrados de cereales, desprende el
olor típico de temporadas de la siega. Y gracias a las lluvias de los pasados
días se va manteniendo verde
Es un olor que se potencia
sobre todo los días calurosos al atardecer. Un olor que sin ser aromático es
muy agradable y que solo se respira en
las zonas donde ha crecido la hierba que por ausencia de ganado no ha sido
pasteada y a partir de ahora se convierte en heno. Este ambiente de campo solo
resultará familiar a los que hayan practicado el oficio. No tiene que ver ni
con la paja seca ni con el heno ya
segado. Un olor indescriptible para poderlo comparar con cualquier otro.
Como es obvio no se puede
transmitir por escrito para su comprobación. Lástima
4 comentarios:
Gracias Sr. D. Lagarto por sus imágenes. No tenga duda que transmiten ese olor a siega que nos describe, con solo contemplarlas. O también puede ser, en mi caso, que aún perdure dentro de mí, ese olor, esos perfumes variopintos de la primavera-verano de nuestros campos, respirados el pasado sábado, entre algunos parajes que se pueden ver en los dos últimos vídeos publicados.
-Manolo-
Pues, perdone usted Sr. Lagarto, pero esta mañana cuando abrí la ventana de mi cuarto, me llegó el olor que usted describe en su ameno y bien estructurado relato, acompañado de un sustancioso reportaje fotográfico.
¿Por qué será?
Luis
Amigo comentarista: Se nota que Vd. Ha vivido estos ambientes.
Recuerdos de niñez o adolescencia, duran y perduran. Por eso le creo. Comprendo perfectamente su experiencia de hoy al tiempo que me alegro haya sabido y podido captarla y compartirla.
¡Qué lindas fotos, Paco! <3
Marga
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